sábado, 29 de noviembre de 2008

TOMELLOSO RINDE TRIBUTO A POE

Aunque la celebración de Halloween parece lejana en el calendario, los jóvenes y no tan jóvenes de Tomelloso (Ciudad Real) tienen el jueves por la noche una cita ‘de terror’ de la mano del poeta norteamericano que reformuló las normas de la novela gótica en sus cuentos.

El grupo de teatro Algarabía plasma durante unas horas la esencia de Edgar Allan Poe en el bar ‘El Cafetín’, a través de tres lecturas dramatizadas. Las piezas elegidas son representativas del trabajo del autor: dos relatos cortos (‘El gato negro’ y ‘El corazón delator’) y un poema (‘El cuervo’).

Las dos narraciones no son sólo características porque el escritor viera en el cuento y en su brevedad la fórmula perfecta para conseguir el efecto deseado en el lector (lo que él denominaba el “efecto único”), sino también porque en ellas se concentran algunas de las nociones comunes a toda su obra.

En ‘El cuervo’ también aparece uno de los 'leit motivs' del trabajo de Poe, como es la angustia por la muerte de la mujer amada y es uno de sus poemas de referencia.

El conde, la condesa y el mayordomo

Tres actores de la compañía Algarabía se introducirán en la piel de los personajes góticos por excelencia. Sus maquillajes y sus disfraces trasladarán a los espectadores al terrorífico mundo de Poe, a través de unas lecturas dramatizadas que podrían ser participativas para el público.

Las obras seleccionadas tienen un elemento en común: la muerte, y muestran la dualidad tan característica en los trabajos del escritor. La larga agonía de su esposa, debido a la tuberculosis que se apodera de ella en 1842, así como la adicción de Poe al alcohol y la pobreza en la que vivió son algunos de los puntos presentes en su biografía que se pueden encontrar también en sus personajes literarios.

‘El gato negro’ y ‘El corazón delator’, ambos narrados en primera persona, se sumergen en la locura del protagonista que, sin embargo, explica y justifica su estado y sus actos por el alcohol, dejando en el lector una sensación final de ambigüedad.

El protagonista del primero actúa movido por su delirio, pero él también atribuye su maldad a un gato (precisamente la mascota que, llamada Catarina, acompañaría durante años al escritor), mientras que el personaje principal del segundo cuento especificará paso a paso su crimen, justificando así, en parte, su cordura: “Ésa es precisamente la cuestión: me tomáis por loco. Los locos no saben nada. Pero deberíais haberme visto: los pasos inteligentes que di, la cautela, la previsión, el disimulo con el que me puse a ello.”

Éxitos editoriales y penurias económicas

Aunque Poe (nacido en Boston) fue adoptado por una familia rica de Richmond (Virginia), sólo pudo beneficiarse de ésta económicamente durante unos años, pues John Allan (del que obtuvo Edgar su primer apellido, aunque nunca llegó a reconocerle legalmente como hijo adoptivo) no se lo permitió.

Esta relación, de la que tanto se ha especulado, le llevó a sufrir muchas penurias que, a su vez, le iniciaron, según dicen, en la bebida. Dos problemas que seguirían presentes durante el resto de sus días, a pesar de conseguir éxitos editoriales con sus creaciones.

No hay comentarios: